The way that I clean my makeup brushes has changed throughout the years. One thing is for sure, I’ve been trying to do it more often since my Beauty Goals at the beginning of the year. Today I’m sharing with you a little video of how I wash them and some techniques I’ve learned in the process.
La manera en que limpio mis brochas ha ido cambiando con el paso de los años. Una cosa es segura, he estado tratando de hacerlo más seguido desde mis Metas de Belleza cuando comenzó el año. Hoy les comparto un pequeño video de cómo las lavo y algunas técnicas que he aprendido en el proceso.
Since most of my brushes are made from real hair, I tend to use my normal shampoo to wash them. However, I prefer baby shampoo because they contain less chemicals that could damage my brushes in the long term. I pour a small amount into a container and dip the brush in it. To do all the cleaning job, I use my Brushegg and gently swirl the hairs in circular motions. The textures on its surface make it easy to remove makeup residue without having to wet the brushes completely. I like to do this in the sink to have clean water next to me.
Ya que la mayoría de mis brochas están hechas de pelo real, suelo usar mi shampoo normal para lavarlas. De todos modos, prefiero usar shampoo de bebé porque tiene menos químicos que podrían dañar mis brochas a largo plazo. Para empezar, pongo un poco en un contenedor pequeño y meto la brocha. Para hacer todo el trabajo de limpieza uso mi Brushegg para limpiar las cerdas en movimientos circulares. Las texturas de la superficie hacen que sea fácil quitar los residuos del maquillaje viejo sin tener que mojar por completo las brochas. Me gusta hacer esto en el lavabo para tener agua limpia cerca de mí.
After they have been washed and rinsed, I let them rest in a clean towel. I like to fold an edge to let the brushes have a little angle so that any remaining water doesn’t go into the glued part. You can watch the video to this description and see how easy it is to wash them often with a tool like the Brushegg.
Después de que fueron lavadas y enjuagadas, las dejo en una toalla limpia. Me gusta doblar uno de los bordes para que las brochas tengan un ángulo y que cualquier agua que quede en ellas no se vaya hacia la parte donde están pegadas. Pueden ver el video de esta descripción para comprobar lo fácil que es lavarlas seguido con una herramienta como el Brushegg.